Este proyecto expositivo, comisariado por Dalia de la Rosa, nos plantea un discurso artístico que indaga en los procesos de adaptación de los elementos foráneos en un lugar concreto a través de las dislocaciones que rompen capas que afectan a los procesos identitarios o de las sedimentaciones que borran espacios para crear nuevos lugares en los que se produce frágil equilibrio provisional en forma de aclimatación. Así lo vemos en las nuevas formas de movilidad sobre el territorio que se generaron a partir de la fiebre del oro en Estados Unidos a través de la pieza audiovisual de Manuel Diego Sánchez, los modelos productivos basados en las salvajes extracciones sobre el territorio que se refleja en la obra de Liliana Zapata, en las huellas e interacciones violentas entre el cuerpo y el territorio de la pieza visual de Racso Zehcnas o en las modificaciones de los entornos naturales tras las expediciones científicas decimonónicas realizadas en Africa, América o Asia en el trabajo de Gabriela Bettini.